Protección contra la corrosión de las conexiones de las antenas

Las conexiones entre los componentes de un sistema de antena/s son propensas a la corrosión, lo que aumenta la resistencia eléctrica y provoca pérdidas de las conexiones que transportan corriente de RF.

La corrosión de los componentes en el aire se produce principalmente debido a la corrosión galvánica cuando se exponen metales diferentes a una solución electrolítica (por ejemplo, la niebla marina).

Aunque la corrosión galvánica es peor para los metales que difieren mucho en sus propiedades eléctricas ejemplo aluminio/cobre, cobre/acero etc. nobleza, incluso los metales aparentemente similares pueden tener una movilidad lo suficientemente diferente como para soportar una reacción galvánica.

La exclusión de oxígeno y agua de las superficies interiores de una conexión evita la exposición a un electrolito y puede ser una medida preventiva eficaz.

Materiales como vaselina, grasa mineral, grasa de silicona, lanolina se han utilizado con éxito para recubrir las interfaces de conexión para excluir el oxígeno y el agua. De estas, la grasa es una opción de bajo costo que es bastante resistente a la intemperie y relativamente fácil de limpiar de la junta cuando se restaura, pero tiene problemas en asegurar la conductividad eléctrica porque es un buen aislante.

Tenga en cuenta que ninguno de estos materiales es conductor y que la unión aún depende de las fuerzas de sujeción adecuadas entre los componentes metálicos para garantizar un contacto fiable metal con metal.

Se encuentran disponibles pastas conductoras para usos específicos, por ejemplo, en Argentina tenemos un producto de Electrónica Delta, la “Tungrease” que tiene aluminio en suspensión y se utiliza para lubricar rodillos de fotocopiadoras, que trabajan con velocidad y alta tensión, dando excelentes resultados en la protección a la corrosión, por lo que es muy útil para nuestras antenas de caños telescópicos de aluminio.

Otros tipos suelen ser una grasa de base mineral con partículas de zinc o aluminio finamente molidas en suspensión. Algunas formas usan una base de grasa de silicona para aplicaciones en las que la grasa mineral es incompatible con el aislamiento de cables, pero son más caras.

Las partículas de zinc actúan para «perforar» el óxido de aluminio cuando las piezas se juntan para obtener una resistencia de contacto baja inicial, y la grasa excluye el oxígeno y el agua, lo que sostendría la corrosión galvánica. Nuevamente, la articulación depende de una fuerza de sujeción adecuada.

Las abrazaderas de acero inoxidable son los elementos de sujeción mas indicados en toda antena, para asegurar mecánicamente las partes.

Idealmente, las interfaces de conexión deben rasparse con un cepillo de acero inoxidable, aplicar la pasta y atornillarlas. (Un cepillo de rueda de acero inoxidable Dremel # 530 es muy útil para introducir tubos, como HF Yagis, verticales atrapados, etc.)

Se recomienda el acero inoxidable porque el acero común o lana de acero, latón, etc. incrusta las piezas del conector con partículas metálicas que mejoran la corrosión y abrasivos no metálicos como esponjas escocesas, papel de lija, esmeril, etc. incrustan material aislante en las asperezas de la junta.

Las pastas conductoras para juntas se utilizan ampliamente en la industria de distribución y transmisión eléctrica, y deben estar fácilmente disponibles en los mayoristas eléctricos. La grasa marina debe estar disponible en la mayoría de los proveedores marinos.

Miguel Ángel Lavalle LU1XU 73 DX