Sobre los radioaficionados y las emergencias.

Hace un par de días, dentro de esta gran conversación nacional entre colegas de la Radio, que va camino a transformarse en debate, en la medida  que se vaya consolidando como acto de comunicación y exposición de ideas diferentes sobre un mismo tema, sobre la situación crítica de la radio afición en Argentina,  se ira logrando  a medida que los argumentos expuestos vayan aumentando en cantidad y en solidez de sus motivos; para que al final de todos los argumentos expuestos por cada uno de los radioaficionados se llegue a un consenso, a un acuerdo.

Encontramos posturas a favor y en contra como en todos los temas, por lo que creo necesario mencionar algunas cuestiones que no son de opinión, sino que se basan en las normas establecidas, recomendaciones de IARU y el sentido común.

En cuanto a la normativa nacional podemos leer en la Resolución 3635-E/2017, fechada en CABA el 30/10/2017, lo siguiente:

1)      1.5.4. Exclusivamente ante emergencias, las estaciones del Servicio de Radioaficionados y de Radioaficionados por Satélite estarán autorizadas a conectar inductiva o acústicamente, o por cualquier otro medio disponible, sus equipos radioeléctricos a las líneas telefónicas.

2)      13.2.16. Negarse a colaborar con su estación, en forma individual o integrando redes, cuando la Autoridad de Aplicación u Autoridad competenteen materia de protección pública, defensa civil y operaciones de socorro lo requiera ante emergencias, desastres, accidentes o gravedad manifiesta, que las circunstancias del caso lo tornen exigible.

3)      ANEXO A – ASIGNACIÓN DE FRECUENCIAS Y MODOS – PLAN DE BANDAS DE FRECUENCIAS

(2)  Centro de Actividad para Emergencias IARU: 3750 kHz.

(1) Centro de Actividad para Emergencias IARU: 3985 kHz.

(2)  Centro de Actividad para Emergencias IARU: 7060, 7240 y 7275 kHz.

(2)  Centro de Actividad Global de Emergencias IARU: 14300 kHz.

(2)  Centro de Actividad Global de Emergencias IARU: 18160 kHz.

(2)  Centro de Actividad Global de Emergencias IARU: 21360 kHz.

                Podemos apreciar claramente que la cuestión “Emergencias”, está contemplada en la normativa vigente y que en el cuadro de asignación de frecuencias y modos mencionado en el punto anterior están previstas frecuencias para emergencias en 80, 40, 20, 17 y 15 metros y que la Autoridad competente en la emergencia podrá requerir la colaboración que de no ofrecerse se transformará en una infracción prevista en la norma.

                Estos argumentos cierran definitivamente la discusión sobre el rol del radioaficionado sujeto a esta normativa, en situaciones de emergencia.

                Es esencial tener en cuenta el excelente trabajo del Radio Club Argentino en la Guía IARU para telecomunicaciones de emergencia versión en español, cuyo prólogo se transcribe a continuación:

(SIC) “Los radioaficionados y las emergencias:  

Tradicionalmente, el concepto de Comunicaciones de Emergencia ha estado centrado en proveer información desde o hacia el sitio de un evento, principalmente para ayudar a quienes directamente proveen la asistencia.

Esta ayuda debe ser dada por radioaficionados debidamente entrenadospara aquellos casos en que las comunicaciones normales sean insuficientes, estén saturadas o fuera de servicio. Y esto nos lleva a la cuestión más importante: ¿Cómo canalizar la ayuda que podemos brindar los radioaficionados?

Primero, es necesario comprender que toda ayuda dada sin entrenamiento y sin orden convierte al radioaficionado en parte del problema, más que en parte de la solución. No es suficiente poseer una señal distintiva y un equipo de radio para convertirse automáticamente en un operador de Comunicaciones de Emergencia; es necesario capacitarse previamente, interactuar con otros operadores ya capacitados y participar en ejercicios en los que se emplean todas las técnicas posibles antes de poder actuar en una situación real.

El secreto para ser un buen Operador de Comunicaciones de Emergencia es: entrenamiento, ejercicio, práctica, más entrenamiento y, fundamentalmente… ACTITUD. 

La actitud es necesaria para entender que se debe buscar permanentemente superar los conocimientos que se poseen y aceptar estándares de conducta y disciplina; esto significa que se espera mucho más de un operador de Comunicaciones de Emergencia que simplemente conectar un equipo y una antena y transmitir. Hay que saber cómo comunicar adecuada y efectivamente un mensaje, cómo operar en una red dirigida, cómo comportarse ante situaciones anómalas o delicadas, cómo manejar información sensible, conocer y aceptar las propias limitaciones, como así también sacar ventaja de las habilidades.

Es importante entender que el conocimiento real que se tenga en materia de Comunicaciones de Emergencia no es, inicialmente, tan importante como la actitud. Ciertamente la habilidad técnica puede permitir hacer un mejor trabajo en cuanto a comunicarse, pero la actitud demostrada determinará sin duda el éxito del esfuerzo. Recordemos que mientras que la Radio afición es un hobby, las Comunicaciones de Emergencia son un compromiso. Compromiso para ayudar a las instituciones y a las personas. Hay que estar dispuesto a llevar a cabo esfuerzos importantes y destinar tiempo a entrenamientos y prácticas, una y otra vez.

Puede ser necesario volver sobre cosas que creíamos saber. Hay muchos falsos conceptos alrededor de las Comunicaciones de Emergencia debido a impresiones no basadas en conocimientos y experiencia en el tema; algunos de los principios de operación en este tipo de situaciones difieren sustancialmente de la práctica tradicional de la radio afición.

Hay que tener siempre presente que en el marco de una emergencia una radio y un radioaficionado no son importantes: lo importante es la emergencia en sí, y podemos ser parte de la solución o parte del problema.

 No es posible actuar en Comunicaciones de Emergencias sin entrenamiento ni práctica previa.

 Radio Club Argentino (RCA). Buenos Aires, abril de 2017”

Estos argumentos son más que contundentes y suficientes para comprender que no se trata de transformarnos de manera espontanea en “Rambo” o algún superhéroe contemporáneo, si se trata de SABER, que adquirimos en esa situación una gran responsabilidad y en algún momento la vida, la seguridad y la salud de un semejante puede depender de nuestra labor.

La “única manera de estar a la altura de semejante responsabilidad” es SABER como desempeñarnos en esa circunstancia, conocer a fondo las normas, la operación y ser sumamente disciplinado para aceptar que solo somos un pequeño eslabón de una gran cadena que se forma para ayudar.

Miguel Ángel Lavalle

LU1XU